Hoy en esta entrada he pensado hablaros de un cuadrado mágico, un cuadro que pintó Alberto Durero en su obra "Melancolía". ¿que tendrá de mágico un cuadrado?, pensaréis.
Bien, pues es el número treinta y cuatro:
La suma de todas sus filas, la suma de todas sus columnas, la suma de las cuatro esquinas, la suma de los campos centrales: suman treinta y cuatro. Pero esto no es todo ya que si desplazamos los campos en sentido de las agujas del reloj la suma da treinta y cuatro, y si los volvemos a desplazar ¡La suma sigue siendo treinta y cuatro! Y se sigue cumpliendo para las diagonales y para los campos centrales y así siempre ¡treinta y cuatro! La "C" de cuadro es la tercera letra del abecedario y la "D" de Durero es la cuarta. Juntas hacen treinta y cuatro.
Bueno, como habréis visto este cuadrado es increíble. Durero estaba muy orgulloso por haberlo creado ¡Para no estarlo!
Álvaro V.
La suma de todas sus filas, la suma de todas sus columnas, la suma de las cuatro esquinas, la suma de los campos centrales: suman treinta y cuatro. Pero esto no es todo ya que si desplazamos los campos en sentido de las agujas del reloj la suma da treinta y cuatro, y si los volvemos a desplazar ¡La suma sigue siendo treinta y cuatro! Y se sigue cumpliendo para las diagonales y para los campos centrales y así siempre ¡treinta y cuatro! La "C" de cuadro es la tercera letra del abecedario y la "D" de Durero es la cuarta. Juntas hacen treinta y cuatro.
Bueno, como habréis visto este cuadrado es increíble. Durero estaba muy orgulloso por haberlo creado ¡Para no estarlo!
Álvaro V.
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